No es fácil estar por encima de las líderes mundiales. Y este pensamiento recorría la mente y el subconsciente de Victoria y Sol. Aunque la diferencia obtenida en el arranque de las regatas les dio un aire de tranquilidad. La platense lo confirmó: "Estábamos muy nerviosas pero también una parte nuestra estaba tranquila porque teníamos superada una muy buena condición de viento. Lo que más nos favorece a nosotras es el viento calmo. Sabíamos que con ese viento nos destacamos bastante, andamos bastante rápido y nos tenemos mucha confianza en cuanto a nuestras maniobras y en la manera de navegar con poco viento. Eso nos daba una mayor tranquilidad, sabíamos que podíamos mantenernos adelante y navegamos como habíamos estado entrenando hasta ese día".

En Toronto se disputaron 18 regatas, entre cuatro y seis regatas más de las habituales en el circuito. La ansiedad fue un tema a controlar, sobre todo cuando estás al frente en las posiciones. "Estamos preparados para campeonatos mucho más cortos. A mitad de campeonato se nos hacía demasiado largo y estábamos ansiosas con que el campeonato terminara ahí. En el final tuvimos algunas regatas malas y haciendo un análisis posterior con el entrenador creemos que fue eso: ansiedad, cansancio y la presión psicológica que tenés desde levantarte hasta dormirte analizando todas las posibilidades", analizó la navegante. 

Días atrás ocurrió lo mismo en Brasil. "En Río tuvimos una regata similar, bastante larga y otra vez nos pasó lo mismo. A mitad de campeonato empezamos a bajar nuestro rendimiento. Está buenísimo que eso pase ahora por nuestro aprendizaje. Nosotras somos bastante nuevas en el alto rendimiento y vamos analizando nuestras propias actitudes y cómo nos vamos desenvolviendo en los campeonatos importantes y más cuando existe presión. Vamos aprendiendo de nuestros propios errores", explicó Travascio.